Volvemos de nuevo hoy para hablar de la anemia, tipos y clases, síntomas que nos ayudan a identificarlos, causas que la provocan y la relación que existe entre algunas de ellas y el consumo de alimentos y la dieta.
Para empezar a explicar que son las anemias abrimos con una publicación de página web de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que como de costumbre os dejamos en este enlace para que podáis consultarla integramente, que lleva por título Anemia y en la define como "...una enfermedad en la que el número de glóbulos rojos y," o "la concentración de hemoglobina (componente más importante de los glóbulos rojos, que está compuesto de una proteína con elevada concentracíón de hierro, que fija el oxígeno, para ser intercambiado en los pulmones por dióxido de carbono)" de la sangre, "es inferior a lo normal". Es decir, "la anemia se produce cuando no hay suficiente hemoglobina en el cuerpo para transportar oxígeno a los órganos y tejidos". Decir también, que como en el caso de la anemia falciforme (denominada así porque los glóbulos rojos tienen forma de hoz), la anemia no es debida a que haya un déficit de glóbulos rojos o hemoglobina sino por la deformidad de éste, que dificulta la circulación sanguinea, provoca obstrucciones vasculares, microinfartos en órganos y tejidos, así como hemólisis o (rotura y destrucción de los glóbulos rojos), liberando la hemoglobina que tiene en su interior.
Las anemias por su parte las podemos clasificar según a) el tamaño de los glóbulos rojos en microcíticas (glóbulos rojos pequeños) como es el caso de la anemia por falta de hierro, también llamada ferropénica, las talasemias o anemias familiares, hereditarias o mediterraneas (anemias en las que se produce una menor cantidad y/o una hemoglobina defectuosa)... normocíticas (g. rojos de tamaño normal) como en el caso de las hemorragias, hemólisis o enfermedad renal, hepática o esplénica (bazo) y macróciticas (g. rojos de tamaño aumentado) como es el caso de las anemias por deficiencias de vitamina B9 (folatos y ácido fólico) y vitamina B12 denominadas anemias megaloblásticas, enfermedad hepática, consumo de alcohol... b) el mecanismo que provan su aparición en anemias por déficit de nutrientes como en el caso de falta de hierro, vitaminas (B9, B12), a causa de una enfermedad crónica, por ejemplo en caso de enfermedades inflamatorias, infecciosas o cáncer..., hemolíticas (destrucción de glóbulos rojos), aplásicas o displásicas (la médula es incapaz o produce menos glóbulos rojos), sideroblásticas por acumulación de hierro en glóbulos rojos inmaduros como en el caso de la homocromatosis y por pérdida de sangre en el caso de las hemorragias agudas y/o crónicas y c) por la capacidad de la médula de producir glóbulos rojos en arregenerativa o hiporregenerativas, en las que la médula es incapaz de reponer o produce un número más bajo de glóbulos rojos a los que se destruyen, como en el caso de tumores medulares (mieloma múltiple, leucemias....) y regenerativas como en el caso de las hemorragias, hemólisis...
Para llevar a cabo el diagnóstico inicial de las anemias se realiza un análisis de sangre en la que se trata de identificar la disminución de los niveles de hemoglobina y/o el número de glóbulos rojos, así como el exámen de las características de éstos últimos (tamaño, forma...). Para el estudio completo, una vez establecido el díagnóstico, se puede realizar un estudio más pormenorizado (extensión de sangre y visualización a través del microscopio) y en algunos casos se puede realizar una punción con aspiración y/o biopsia de la médula del hueso. Decir también que si se confirma la anemia, también se pueden llevar análisis complementarios de niveles de hierro, si fuera por déficit de hierro, número de reticulocitos (células precursoras de los glóbulos rojos) o test para buscar en la sangre anticuerpos que destruyen glóbulos rojos, así como pruebas de imagen como Resonancias Magnéticas y/o TAC, estudios más completos de médula ósea...
Los principales signos y síntomas que suelen aparecer en una anemia suelen ser la fatiga, mareos y aturdimiento, dolor de cabeza, debilidad y cansancio en reposo y que en la mayoría de los casos se agrava al realizar esfuerzos (andar a paso ligero, hacer esfuerzos, subir escaleras, cargar pesos...), palidez de la piel, debajo de las uñas, labios y mucosas como la de las encías (decoloración de las zonas que habitualmente tienen una coloración más rosácea provocada por la disminución del flujo de sangre a la piel para asegurar que el oxígeno llegue en cantidades suficientes y adecuadas a los principales órganos y tejidos), extremidades y partes más alejadas del corazón más frías, color amarillento de la piel como por ejemplo en el caso de las anemias denominadas hemolíticas que se producen cuando los glóbulos rojos se rompen, se libera la hemoglobina que tienen en su interior y al ser destruída por el organismo provoca un amento de los niveles de bilirrubina (producto de desecho de la eliminación de la hemoglobina), aumento del latido cardíaco y número de respiraciones por minuto (permiten que con un número menor de glóbulos rojos se garantice un mejor oxigenación debido a que éstos hacen el recorrido completo por el torrente sanguíneo un mayor número de veces) , así como de la tensión arterial (el sistema circulatorio disminuye el calibre o diámetro de las arterias para aumentar la presión de la sangre y que llegue más fácilmente a los tejidos y órganos) y que en los casos más graves y severos pueden provocar el colapso e incluso provocar la muerte.
En el tratamiento de las anemias en las que ésta se producen por un déficit como es el caso de la vitamina B12, hierro, ácido fólico... bien porque no consumen los alimentos que los contienen o en cantidades suficientes bien porque aunque se haga de forma correcta, haya un problema que impida que se absorban y pase a la sangre, está basado principalmente en suplementar la carencia con tratamiento oral de hierro o vía intravenosa o como en el caso del déficit de vitamina B12 cuando ésta no se absorbe o no se hace correctamente al comer los alimentos que la contienen como por ejemplo cuando hay un déficit del fáctor intrínseco de la vitamina B12 que se produce en el estómago y que si no se asocia o no se une la vitamina no permite su paso a la sangre si no se administra intramuscular y/o intravenosa. En el caso de que sea consecuencia de una hemorragia, en los casos más graves se realizará un transfusión de glóbulos rojos y en el caso de que sea porque se destruyen, se trataran de instaurar todas aquellas medidas orientadas a corregir el mecanismo que lo desencadenan como por ejemplo en el caso de presencia de anticuerpos que ataquen en la sangre y destruyan a los glóbulos rojos, iniciar terapias que bloquean y destruyen la acción de los mismos (terapias biológicas, con anti-anticuerpos, tratamientos farmacológicos inmunosupresores, quirurgicas como extiparción del bazo...). Para concluir decir que en el caso de que sea un problema derivado de que la médula ósea sea incapaz o lo realice de forma deficiente la formación de glóbulos rojos se pueden iniciar terapias orientadas a promover y ayudar a ésta como el uso de eritropoyetina sintética (hormona equivalente a la que se produce en los riñones y que se encarga de estimular la producción de las células sanguíneas) en forma de inyecciones que pueden ser administradas de forma ambulatoria incluso por los propios pacientes.
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