Continuamos hablando en este post de las presiones del tiempo en los cuidados de salud a las que estamos sometidos los profesionales sanitarios y especialmente sobre los efectos de las duras cargas de trabajo en los resultados de los valores de los pacientes no hospitalizados, los cuales han sido menos entendidos por lo que las acciones dirigidas a estos problemas han recibido menos atención. Sin embargo, como los tiempos de visita y de contacto han disminuído o el número de pacientes que se espera atender en un día se han incrementado, es lógico pensar que el número de errores en el pensamiento clínico se verá incrementado.
Es importante decir que cualquier contacto requiere que el profesional reajuste su proceso de pensamiento clínico con el cierre de dicho proyecto del pensamiento clínico y que inicie uno totalmente nuevo, debiendo realizarse este reajuste varias veces al día, siendo psicológica y cognitivamente necesario. Cómo estas expectativas de desarrollo, afectan con precisión al razonamiento clínico, es actualmente desconocido.
Con frecuencia, las presiones de tiempo son agravadas con las molestias, tales como interrupciones, ruído en el ambiente, suministros perdidos y problemas técnicos que hacen que los datos clínicos o las gráficas no estén disponibles para los proveedores de salud. Cómo estas molestias infieren en las habilidades de los profesionales para concentrarse en lo que el paciente les está diciendo. En muchos lugares, los profesionales son requerido para multitareas, es decir que en muchos casos inician una tarea pero deben atender otra antes de finalizar la primera, los que incrementa el riesgo de fallo para conseguir información necesaria, errores técnológicos, omisión de cuidados y fallos en reponder a las demandas de los pacientes. Un ejemplo de entorno multitarea podemos decir que son los servicios de emergencias.
Un Enfermero en Práctica Avanzada experimentado puede tener más habilidades en centrar y priorizar tareas, así como en descartar rápidamente interrupciones e información extraña, mientras que los Enfermeros avanzados en los periodos iniciales, pueden necesitar más tiempo para desarrollar las tareas y más asistencia de consulta o acceso a los recursos. Como la presión de los tiempos de trabajo se incrementa, los esfuerzos organizacionales para monitorizar los potenciales errores o los mismos y realizar correcciones cuando las debilidades de los sistemas de salud son las acciones que los Enfermeros en Práctica Avanzada prestan como proveedores de salud en entornos con altas cargas de trabajo.
Muchos pacientes son sensibles al ritmo con el que los proveedores de salud y el personal les da la bienvenida, hablan con ellos, y hacen cosas, especialmente actividades que implican interacciones verbales y contacto físico.
En resumen, el pensamiento clínico es una tarea compleja, que implica dibujar conocimiento en la memoria y atender a multiples fuentes de inputs situacionales, algunos de los cuales son difíciles de interpretar. Con frecuencia múltiples problemas deben ser dirigidos durante el encuentro con un paciente y tenemos que tener en cuenta que hay varias vías de pensamiento sobre cualquier problema. El conocimiento situacional (percepciones del entorno acual en los cuales los Enfermeros Avanzados realizan sus funciones) pueden hacer que los Enfermero en Práctica Avanzada sean más conscientes de los potenciales errores y mejoren sus competencias en el proceso de pensamiento y conjeturas críticas.
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