Después de nuestra incursión terranal en Oviedo para dar nuestra punto de vista y opinión acerca de la Enfermería en Práctica Avanzada, continuamos en el ciberespacio para continuar hablando de las 6 características de la práctica clínica directa que como bien sabeis y hemos hablados en repetidas ocasiones, Ann. Hamric en su modelo de EPA, considera como una competencia central que han de poseer todos los Enfermeros avanzados.
Bien, tras haber hablado anteriormente de el uso de perspectiva holística, de la formación de colaboración (partnership) terapéutica con los pacientes, pensamiento clínico experto y desempeño hábil y/o eficiente como características de la práctica clínica directa, continuaremos hoy con una pequeña introducción a otra de ellas: el uso de la evidencia como guía de práctica y que consideramos que no debe ser una competencia a adquirir y desarrollar únicamente por los Enfermeros en Práctica Avanzada, sino por aquellos profesionales de una disciplina científica con un cuerpo de conocimientos propio, como son todos todos los profesionales de la Enfermería.
Empezaremos diciendo que una forma muy importante de generación de conocimiento en la toma de decisiones clínicas que afectan tanto a los individuos como a la población en general, ha sido el mayor incremento en volumén de resultados obtenidos de las investigaciones llevadas a cabo, siendo dichos resultados para los Enfermeros, como la base fundamental de su práctica profesional. También es importante decir que esta tendencia a la gestión eficaz y eficiente de los resultados de las investigaciones para la mejora de la práctica enfermera, no es nueva, sino que se ha estado usando de forma intensiva desde los años 70, como en el caso de los Clinical Nurse Specialist que han liderado, a través de distintos estamentos, los esfuerzos para potenciar la práctica basada en la investigación, proporcionando y dando a conocer los resultados de las investigaciones a los profesionales de Enfermería y equipos interdisciplinares, además de trabajar para que estos últimos adquieran las habilidades de evaluación en la investigación. La Enfermería, sus diferentes estamentos y los EPA han visto la adquisición de habilidad de la práctica basada en la evidencia como el centro de la competencia y la manera de estimular y potenciar la investigación propia de los enfermeros avanzados.
Por otro lado y aunque la identificación y localización de resultados de búsqueda es mucho más fácil que hace 8-10 años, muchos profesionales de Enfermería no tienen con frecuencia la suficiente experiencia para usar las herramientas y diferentes motores de búsqueda disponibles para recuperar la información contenida en las bases de datos, mostrando las investigaciones que muchos de los profesionales, no son lo suficiente hábiles a la hora de introducir términos de búsqueda que estén claramente definidos o en la búsqueda de la evidencia (Meats, Brassey, Heneghan y Gasziou, 2007).
Finalmente para concluir decir que, los EPA deben beneficiarse de la formación y las herramientas que incrementen la eficacia/eficiencia de las búsquedas, que el desarrollo de todo proyecto vinculados a la evidencia en la práctica clínica debe ser llevado a cabo en colaboración con un documentalista experto en temas de salud (health care librarian), el cual debe ayudar y guiar en las búsquedas, contribuir a optimizar el tiempo y evitar la omisión de información relevante. La evidencia en investigación puede y debe ser utilizada en todas sus diferentes formas por los Enfermeros Avanzados, debiéndose establecer la diferenciación entre Research-Sensitive Practice, Research-Based Práctice, Evidence-Based Practice y Theory-Based Practice, las cuales conforman en su conjunto una vía o modelo de pensamiento para que los EPA incorporen la evidencia en sus prácticas profesionales.
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